8/2/16

El Muertho de Tijuana

Cartha abiertha al Muertho de Tijuanha

Baltazar Hernández, conocido bajo el nombre de El Muertho de Tijuana o como le llamamos sus seguidores Padre Santo, es un personaje resultado de nuestra vasta cultura pop nacional. Su música y persona contienen tintes de cumbia, rock urbano, música religiosa, vestimenta metalera-dark, homosexualidad, y hasta cierta androginia. Además de contar con una sencillez y humildad desbordante.

   Su música, por la sencillez y contenido directo, podría ser comparada con el primer punk. Desde que el punk fue absorbido -y edulcorado- por la industria del entretenimiento, se nos hace de lo más común escucharlo, y esto nos hace creer que siempre ha estado aquí. Sin embargo no siempre fue así. A los primeros punks les tocó ser agredidos hasta el cansancio, por esa misma industria que ahora vive de el, y por el público en general. A oídos de muchos no era más que un ruido insoportable, una porquería. En ese aspecto lo que hace El Muertho y ese primer punk tienen mucho en común: O te atrapa y agrada, o te desespera y lo detestas. 

   Su show en vivo es un performance maravilloso. Es un frontman extraordinario que maneja un sentido del humor muy nacional, de burlas a uno mismo, 'tirar carrilla', y mucha improvisación. Actualmente anda de gira por varios tianguis de la Ciudad de México, así que no pierdan la oportunidad de verlo. También hace, y publica en su Facebook, una tira cómica muy naíf, con infinidad de faltas de ortografía y trazo infantil, pero aquí me detengo, porque estoy cometiendo un error que no quería cometer: Intelectualizarlo. Intelectualizar su música, sus letras, su imagen, su mensaje, etc. 

   En fin, el motivo real de este escrito nació la semana pasada, después de volverlo a ver en vivo, y es el siguiente: Más allá de gustos y demás, El Muertho de Tijuana es la muestra fehaciente y palpable -no sólo latina sino mexicana- de que se puede comenzar a grabar, hacer música y armar shows después de los 40-50 años,. Contra cualquier pronóstico y regla social establecida. 
Siempre he tenido la idea y las ganas de comenzar un proyecto musical pasados los 50, cuando me aburra de escribir. Y viendo al Muertho sé que puede ser posible.

Por todo lo escrito, y en especial por el último párrafo: ¡Infinitas gracias Baltazar!

En Sr. Saucedo no te dejaremos abajo. 

El video de Malandro y un par de fotografías que le tomamos (se ven mejor si les das click) .